20 sept 2008

Mis personajes ( y personajas ) favoritos: Spider-man



Inauguramos nueva sección en la que hablaré de mis personajes favoritos, los que más me han marcado y los que han llegado recientemente pero para quedarse. Y como no podía ser de otra manera el primero en hacer los honores es el único e inimitable amistoso vecino y amigo Spider-man.

La primera vez que vi a Spider-man en un comic, a mediados de los años 80, este ya no era el jovencísimo y apocado Peter Parker, la rata de biblioteca que suplía sus escasas habilidades sociales enfrascándose en los libros de texto, en especial de ciencias y que ya desde pequeño tuvo que soportar la tragedia en sus carnes y en su alma, por la prematura pérdida de sus padres en un accidente aereo.
Cuando lo conocí Peter ya había dejado atrás la universidad y se encontraba viviendo como podía en esos áticos de N.Y.C. , pagándo a duras penas el alquiler trabajándo de fotógrafo freelance y enfrentándose a personajes tan pintoréscos como la sociedad de aquella época. Y participándo de lleno en eventos cósmicos junto a otros compañeros que bien podrían superar con creces las posibilidades de un héroe de barrio.
Cuando lo conocí Peter estaba a punto de casarse con Mary Jane, y de hecho se casó, aunque yo no pude disfrutar de ese comic hasta muchísimos años después. Mary Jane, la pelirroja que Sam Raimy quiso vendernos (de manera comprensible por otra parte, ya que si se quieren meter 40 años de historia en una sóla película hay que dejar atrás cosas.) como el primer amor de Peter.
A los aficionados no hace falta decirles que esto no fué así, en realidad su primer amor fué Betty Brant, la secretaria de J. J. Jameson, el editor del periódico. Sí, ella tendría poco más o menos la edad de Peter, pero estamos hablando de los años 60 y me imagino que en aquella época que una chica de 16-17 años entrara a trabajar de secretaria sería la cosa más normal del mundo. Dice la petarda de cuyo nombre no quiero acordarme que ínterpretó a M.J. en la pantalla grande que le dijo al director que no quería que su personaje fuera la típica dama en apuros, que quería que fuera luchadora y guerrera. Se nota que no ha leído un comic en su vida, ni para prepararse el papel, cosa que hacen todos sus compañeros de profesión cuando van a interpretar a un personaje de estos; no sólo eso, sino que dicen que siempre fueron fans del personaje (aunque sea mentira) para crear más epectación sobre la pelicula. A eso se le llama profesionalidad, y no decír en las entrevistas a los actores que van a ver la gente y los fans que "mírame. ¿Tengo cara de haber leído algún comic en mi vida?".
Luego llegaron los tan denostados años 90, con sus clones, hijas desaparecidas y demás historias, etapa que yo no conocí pero que me hubiese gustado. Porque nos guste o no, uno de los rasgos distintivos de Spider-man, lo que lo marca y define como tal son las situaciones extremas a las que es llevado, y las desgracias a las que es sometido. Eso y la manera en cómo lo encara es lo que lo define como héroe. Por eso quizá ha gustado tan poco el OMD y el BND, así como el que jamás se haya vuelto hablar de la hija desaparecida, que se podrían haber aprovechado mejor esas situaciones y no hacer como si no existieran y decír que todo ha sido cosa de la magia.
Porque las situaciones amargas son las que definen a estos héroes. Si todos fueran perfectos, invulnerables como los personajes DC de la primera época no serían hombres, serían dioses, y serían todos iguales. Personajes planos sin el más mínimo interés, ideales para niños pequeños como primera lectura. Pero sabemos que el comic ha dejado hace ya tiempo de ser un juego de niños.
Estoo, estabamos hablando de Spider-man, ¿no?
Retomé a Spider-man después de un fugaz paso por el manga japonés y una larga temporada sin acercarme al comic salvo en contadas ocasiones (cosas de la edad del pavo) que coincidió con todo aquello de la segunda saga del clon y la hija, y del Ben Reilly, y la muerte (¡¡JA!!) de la tía May...
Entonces estaba mi adorado Straczinsky a los guiones y el "megustabamástupadre"John Romita jr. a los lápices. Strac trató de llevar el personaje un poco más allá, trató de redefinirlo (que peligroso eso) en un mundo en el que ya no pega nada lo de explicar las cosas mediante el recurso de la radiactividad; aquello estaba bien en plena guerra fría, con la tensión nuclear de fondo, pero en un mundo en el que la genética, la bioingeniería y la cibernética son el siguiente paso, aquello no pegaba ni con cola.
Sin embargo Strac no renegó del orígen de Spider-man, no varió lo de la araña radiactiva. Si no que, en un mundo en el que ya sólo creemos aquello que vemos con nuestros ojos y en la ciencia por encima de lo sobrenatural ( y eso que alli tienen gente que vuela, que se pega a las paredes y tira rayos por los ojos) metió una variable mística en torno al orígen del personaje: ¿y si Peter no hubiera obtenido sus poderes por motivo del veneno irradiado de la araña? ¿ y si fuera uno de los hombres araña que ha habido en la historia de la humanidad, la personificación o el portador del tótem del dios araña? De esta manera Straczinsky se nos vuelve a poner místico, como en muchas de sus obras y le da un enfoque muy interesante al personaje, utilizándo la mitología totémica, algo muy propio de los nativos americanos, que desembocará en una de las mejores sagas del trepamuros (aunque quizá poco aprovechada por lo que vino después):
El Otro: Evoluciona o muere, en la que Spider-man se ve advocado al combate final contra Morlun, el ente que se alimenta de la esencia vital de los hombres araña y que quiere acabar con Peter, a pesar de que no es su destino alimentarse de él, y tras el que acaba muy malherido, tuerto y finalmente muerto.
Sin embargo, el destino quiere que al no haber abrazado nunca totalmente su parte arácnida, sino que se conformó con ciertas habilidades (por otro lado impresionantes) y no profundizó
más en su nuevo yo, se le de una nueva oportunidad: o se acepta a sí mismo y abraza del todo a la araña que hay en él y deja de ser el hombre que quiso ser una araña y pasa a ser la araña hecha hombre, o morirá del todo. Peter acepta y resurge de su antigua piel completamente renovado y con nuevas habilidades completamente desarrolladas, habilidades que siempre tuvo pero de las que nunca fué consciente, porque no se consideraba una "araña". Incluida la del cambio de piel, ya que las arañas cambian de piel al menos una vez en su vida. Su aparente muerte fue simplemente una reacción de su cuerpo para comenzar el proceso de renovación de tejidos y desarrollo optimo de todas las habilidades de Peter, motivada por el despertar total de su parte arácnida en el combate final con Morlun al que acabó venciendo. De esta manera podría decírse que la araña joven ha pasado a convertirse en una araña adulta, plenamente desarrollada.

Poco después vino lo que todos ya sabemos y esta historia ha quedado prácticamente en el olvido, aunque según parece no borrada del todo y seguramente reestablecida en poco tiempo.
Aun así, Spidey sigue siendo mi preferido y el primero en la lista. Siempre me gustaron esos soliloquios mientras se balanceaba por los rascacielos de Manhattan, esa sensación de soledad y poder que inspiraban esos saltos por los tejados, esa pelirroja dibujada por McFarlane (jeje)...Con 8 o 9 años me sabía los nombres de muchos de los barrios de New York así como de los edificios, gracias a que los leía en esas páginas, y cada vez que los veía salír en alguna pelicula me emocionaba muchísimo. Ojalá algún día pueda ir a la City, como Chacal. Que envidia.
Podría hablar más sobre el cabeza de red, pero nada que no se haya dicho ya. Así que nos vemos mañana, que ya va hacer una semana que abrí este blog. Saludos.

2 comentarios:

. . dijo...

Buen repaso a la última época del trepamuros. Lo único, si admites críticas, demasiado enciclopédico.

Al empezar a leer creía que ibas a hablar de tu relación con el personaje, de lo que te gusta y lo que no, de tu evolución junto a la serie... Pero de repente, a partir de que hablas de Extrawhisky me he visto en mitad de un artículo wikipédico que resumía las tramas de los últimos años, para volver a un punto de vista más subjetivo.

Me ha gustado, pero te cuento lo único que me chirría un poco desde el buenrrollismo por si te sirve de algo para futuras entradas.

En cuando al amistoso vecino, la verdad es que es de esos personajes a los que casi siempre vuelves. Puedes dejar de leerlo una temporada, pero antes o después acabas cayendo de nuevo en sus redes (chiste cutre).

Saludos!

Glob dijo...

lo tendre en cuenta para futuras entregas. Gracias. Claro que admito críticas, eso es precisamente lo que te da indicaciones para mejorar.